viernes, 27 de noviembre de 2009
LA ESTRATEGIA DEL DESPISTE
Por Pablo García, Dic 29, 2008
estrategia
La estrategia para Texas Hold'em de hoy versa sobre alguien que, aparentemente, no supone mayor peligro y la presencia de una carta clave sobre la mesa. La situación es la siguiente: se encuentra jugando una partida de Texas Hold'em sin límite y tiene en su poder dos reinas, y las cartas que hay sobre la mesa son: 8 de tréboles, rey de corazones y 2 de corazones. Se encuentra en la última posición, y es consciente de la posibilidad de que uno de sus contrincantes cuente con un rey en su haber que lo dote de una amplia ventaja sobre usted. En esta ronda de apuestas, sólo quedan tres jugadores en el bote, y ninguno de ellos apuesta, por lo que se siente totalmente ganador. Espere un momento y respire profundamente antes de dar por hecho que va a la cabeza y apostar basándose en esta conclusión potencialmente errónea, ya que podría estar siendo víctima de la estrategia de alguno de sus rivales.
El resto de contrincantes sabe que hay un rey sobre la mesa. Imagínese que ejecutó una jugada durante el pre-flop apropiada para su último turno y mostró un par de cartas más altas que las comunitarias. Gracias a su jugada, logró que la mayoría de los jugadores se retiraran de la mano, pero dos de sus rivales no se dieron por vencidos y siguieron adelante. Muchos jugadores no hubieran pasado por alto la carta clave de la mesa y se hubieran apresurado a apostar en un intento por hacerle creer que han combinado sus cartas con el rey de la mesa. Obviamente, se trataría de un intento para expulsarlo de la ronda. El hecho de que nadie haya procedido de esta manera debería hacerlo recapacitar y pensar al respecto. Puede que haya alguien en la mesa que cuente con la carta maestra que le sirva de clave para llevar a cabo su estrategia para Texas Hold'em. En otras palabras, puede que alguno de sus rivales realmente lleve un rey.
La estrategia de póquer que nos ocupa es una variante de la legendaria táctica de fingir ser el rezagado. La razón por la cual una persona con un rey haya optado por no apostar podría ser su actitud agresiva durante el pre-flop. Puede que sus rivales cuenten con que usted haga uso de la ventaja que le proporcionan su última posición y sus cartas, y realice una apuesta cuando le llegue su turno. Será en este momento cuando materializarán su trampa y subirán su apuesta: toda una estrategia sencilla y, a la vez, efectiva. Esta situación hará que deba tomar decisiones difíciles. Lo mejor es tratar de crear algo de incertidumbre y, simplemente, no apostar. Esto devuelve la pelota al tejado de su rival.
Llegados a este punto, imaginemos que aparece un 4 de picas. Puede que se trate de una carta aparentemente inofensiva, pero nadie se ha olvidado de que el rey sigue presente. El hecho de que no haya apostado en la última ronda dará la impresión de que se muestra conforme con la situación y no tiene problemas en no apostar en su camino hacia la victoria. En otras palabras, nadie se verá intimidado por usted. Si realmente alguno de sus rivales tiene un rey, éste será su momento de actuar: hará uso de su ventaja y apostará fuerte con su pareja de reyes convencido de que tiene en su poder la mano más alta de la mesa. En este caso, lo mejor es no ver.
Si alguien se tira un farol con el rey en este punto, mi experiencia me demuestra que lo hará con una apuesta más bien baja con la esperanza de llevarse un buen bote alimentado por usted. Usted todavía cuenta con una pareja de reinas, por lo que podría fulminar su farol y llevarse el bote.
Espero que esta estrategia de póquer le resulte de utilidad.
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